lunes, 23 de enero de 2017




                                



   En las cimas de las montañas,
 el Rey del Invierno extiende su manto blanco de nieve, así los duendecillos de la nieve pueden corretear y jugar sin parar. 
Como la nieve lo tapa todo, muchos animalitos pasan bastante hambre.
 Menos mal que este niño, bien abrigado, sale al campo y les deja unos cuenquitos con comida para que puedan resistir el duro invierno.