viernes, 19 de mayo de 2017










EL REY RANA

En aquellos remotos tiempos, en que bastaba desear una cosa para tenerla, vivía un rey que tenía unas hijas lindísimas, especialmente la menor, la cual era tan hermosa que el Sol, que tantas cosas había visto, se maravillaba cada vez que sus rayos se posaban en el rostro de la muchacha.
Junto al palacio real se extendía un bosque grande y oscuro, y en él, bajo un viejo tilo, fluía un manantial. En las horas de más calor, la princesita solía ir al bosque y sentarse a la orilla de la fuente.
Cuando se aburría, se ponía a jugar con una pelota, en lugar de caer en la manita que la niña tenía levantada, lo hizo en el suelo y, rodando, fue a parar dentro del agua. La princesita la siguió con la mirada, pero la pelota desapareció, pues el manantial era tan profundo, tan profundo, que no se podía ver el fondo. La niña se echó a llorar; y lo hacía cada vez más fuerte, sin poder consolarse, cuando en medio de sus lamentaciones, oyó una voz que decía:
-¿Qué ocurre princesita? ¡Lloras como para ablandar las piedras!
La niña miró en torno suyo, buscando la procedencia de aquella voz, y descubrió una rana que asomaba su gruesa y fea cabezota por la superficie del agua....


Hermanos Grimm





PALO DE MAYO