un muñeco muy especial
Un muñeco de trapo, relleno de lana transmite enseguida una calidez
y una intimidad que no puede conseguir
una muñeca de plástico por muy bonita que esta sea. La lana y el algodón que la
componen tienen una historia muy larga y bella detrás y, aunque el niño no la conozca, se transmite de forma inconsciente, además si el muñeco está hecho con amor, cuidado y conocimiento de las necesidades del niño, este cobra un valor especial para su desarrollo. Se convierte en una gran compañía durante largos años de infancia.