En invierno parece que todo descansa, pero no es así. Debajo de la superficie de la Tierra los niños de las raices están muy activos cuidando de los insectos.
Y cuando volvieron a casa, los tres Reyes Magos contaron a todo el que quiso escucharlos su extraordinaria experiencia con el nuevo rey, y cuán maravillosos eran la luz y el gran amor que Jesús irradiaba.