EL HOMBRECILLO DE OTOÑO
Al
atardecer un día de octubre, la luz del sol puso todo el campo de color
calabaza.... El viento empezó a soplar con fuerza, había que ponerse el
jersey... Fue cuando vimos aparecer entre la hiedra a un hombrecillo de otoño...
Era muy pequeñito, con el pelo y la barba muy larga y roja...Tenía un abriguito
multicolor.
Saltó
encima de una hoja de zarzamora y esta lentamente transformó el verde en un
rojo profundo. El hombrecillo pasaba su dedito hoja por hoja y se iban cambiando
de color. Un arce llamó al hombrecillo, ¡yo también quiero, yo también quiero!,
y allí se pasó de un salto y fue tocando cada hoja hasta que el árbol parecía
de oro....Así fue saltando durante muchos días de árbol en árbol, de mata en mata, hasta que se puso de otoño todo el bosque entero. Todo era esplendor... .
Hasta que llegó noviembre y trajo las nieblas, las lluvias y el frio. Las hojas marrones caían en silencio al suelo. Los animalitos del bosque se escondieron en sus madrigueras y el hombrecillo de otoño desapareció... No os importe, seguro que el próximo otoño lo volveremos a encontrar.