viernes, 11 de noviembre de 2022

miércoles, 26 de octubre de 2022

 Mi amigo el gnomo hortelano...

¡qué gran satisfacción lograr estas calabazas después de tanto cariño puesto en ellas durante todo el verano!

¿En qué hueco las guardaré? Las comeré poco a poco.













LA CASITA

Había una vez, en mitad del campo, una casita de madera rodeada de prados llenos de flores.
Pasaba por allí, muy deprisa, la ratita Pardita.
Buscaba dónde vivir y preguntó:

 Casa, casita, ¿quién dentro habita?




Como nadie contestó, la ratita comenzó a vivir en ella muy feliz.


La ranita Cuacuana iba saltando por el campo. De pronto, vio una casita muy hermosa.

Casa, casita, ¿quién dentro habita?
Soy la ratita Pardita, y ¿quién eres tú?
Soy la rana Cuacuana.
Pues vente a vivir conmigo.





Y Cuacuana y Pardita comenzaron a vivir en la casa. 





Y aquí va Brincalejos, el conejo más veloz. Pasa, ve la casa y pregunta:


Casa, casita, ¿quién dentro habita?
Yo, la ratita Pardita.
Yo, la rana Cuacuana.
Y a dúo preguntan:

¿Quién eres tú?
El conejo Brincalejos.





Pues ven a vivir con nosotras.

El conejo da un magnífico salto y así empiezan los tres a vivir juntos.











 Pasa por allí la zorrita Rabirrojita.






Da unos golpecitos en la ventana y pregunta:

Casa, casita, ¿quién dentro habita?
Yo, la ratita Pardita.
Yo, la rana Cuacuana.
Yo, el conejo Brincalejos.
¿Quién eres tú?
Yo soy la zorrita Rabirrojita.



Pues ven a vivir con nosotros.



Se mete así la zorrita en la casita y los cuatro empiezan a vivir juntos.



Poco después anda por allí el lobito Grislomo, se acerca a la puerta y pregunta:

Casa, casita, ¿quién dentro habita?
Yo, la ratita Pardita.
Yo, la rana Cuacuana.
Yo, el conejo Brincalejos.
Yo, la zorrita Rabirrojita.
¿Quién eres tú?
Yo soy el lobo Grislomo.
Pues ven a vivir con nosotros.




Entra el lobo en la casita y los cinco empiezan a vivir juntos, muy felices. 





De pronto pasa por allí el oso Zarposo.
Ve la casita y con un gruñido amistoso pregunta:




Casa, casita, ¿quién dentro habita?
Yo, la ratita Pardita.
Yo, la rana Cuacuana.
Yo, el conejo Brincalejos.
Yo, la zorrita Rabirrojita.
Yo, el lobo Grislomo.
¿Quién eres tú?
Yo soy el soso Zarposo.
Pues ven a vivir con nosotros.




El oso intenta entrar. Lo intenta, lo intenta, pero no puede pasar. 
Entonces dice:




Mejor será que viva en vuestro tejado.
Claro,¡ y hundirnos la casa! - responden a coro.
No, no, qué tontería, cómo la voy a hundir.
Está bien, está bien, sube.












Y sube el oso al tejado, y en el mismísimo instante en que se sienta- ¡cataplás!- hunde la casa. La casita crujió, se ladeó y se derrumbó del todo.

Disparados salen la ratita Pardita, la rana Cuacuana, el conejo Brincalejos, la zorrita Rabirrojita y el lobo Grislomo.

Desolados, no tienen dónde vivir. Pero empiezan a traer troncos del bosque, sierran tablas y construyen una casita nueva que les alberga a todos, ¡ y es mejor que la anterior!




Colorín, colorado, este cuento se ha acabado.





Señorita Almendra,
 ¡qué buen abrigo de lana doble faz!
¿pero te lo quitas ahora que llega el frío?
Corazón de calor acumulado.
Lejana espuma  de leche helada.
Cuerpito prieto y fuerte.
Te gusta lo duro y lo árido,
lo frío y lo ardiente, 
el hielo y la tostarrina.
Por eso mi tierra está llena de tu árbol.