domingo, 4 de enero de 2015


La lana viene de un animal vivo, la oveja de una primavera a otra  espera que una persona le quite su abrigo invernal para poder resisitir el calor del verano. Luego llega otra persona que la lava. Luego otra la carda,  y luego llega a la muñeca, todavia con olor a oveja, a campo, a tacto de oveja, , a naturaleza y eso el niño que aun sigue muy sensible a todo lo natural lo siente y le reconforta y tranquiliza... 



Este enlace corresponde a uno de los viajes de Lala de Dios,  una grandisima maestra de artesania textil que tenemos en España. Yo tuve el honor de participar en uno de sus cursos de verano sobre telar de bajo lizo.... hace ya muchos años... puede que sea buen momento de volver a hacer otro.


Feliz año nuevo.