martes, 21 de marzo de 2017

No se habla de "materia"
en la que se manifiesten 
los colores, los estados
térmicos, etc...,
sino que se habla de 
entidades espirituales
que se manifiestan
a través de lo que 
perciben los sentidos.
Rudolf Steiner.


jueves, 9 de marzo de 2017

EL DESPERTAR DE LA MARMOTA

El otoño pasado, una helada temprana trajo los primeros copos de nieve en las montañas. Papá Marmota encerró a sus hijos en lo más profundo de su madriguera y les dijo: " Ahora acurrucaos bien unos cerca de otros y ¡a dormir!. No hay más que comer, pues ha llegado el invierno. El sol se detendrá tras las montañas y hará frío. " ¿Qué es invierno?- preguntó una pequeña Marmota-. Papá Marmota respondió: "Invierno es una enorme criatura que cabalga sobre una nube. Es un monstruo de siete cabezas. Cuando sopla sobre la tierra, todo se cubre con un manto blanco. Hay nieve tan fría , que parece que quema los pies. Si salimos al campo, cae sobre nosotros el aliento de la bestia, y nos vuelve duros como piedra, de modo que nunca más podremos correr y jugar en el sol".
Al oír esas palabras, las pequeñas marmotas se recogieron temerosas en el fondo de su agujero. Ellas no querían ser de piedra, les parecía horrible pensar que nunca más jugarían y gozarían de la luz del sol. Obedientes, los animalitos se enroscaron muy juntos, y sin hacer travesuras, ni jugar, ni morderse las colitas, permanecieron quietos. Tenían mucho miedo del Invierno que reinaba fuera de su cálido refugio.
Papá y Mamá Marmota cerraron cuidadosamente la entrada del túnel con paja y tierra; evitando las corrientes de aire. Cuando hubieron terminado de asegurar su hogar, ambas marmotas se acostaron a dormir cerca de sus pequeños.


Madre Tierra que vela por todas sus criaturas, tomó sus almas y las marmotas cayeron en un sueño tan profundo  que parecía que su corazón había dejado de latir y había cesado su respiración.
¡Las marmotas  duermen sin despertar todo el invierno! No se alimentan ni se mueven. Su sueño se parece a la muerte. De vez en cuando, muy suavemente, late su corazón como una señal de vida, de esa vida que surgirá  con la nueva primavera.
En el exterior ruge el viento; en su cueva subterránea los animales lo ignoran. Las avalanchas ruedan desde lo alto de los montes. Las Marmotas duermen tranquilamente.

En la primavera aumenta el calor de la tierra. El sol aparece tras la montaña, crece la hierba y salen las flores. Poco a poco, las marmotas empiezan a moverse dentro de sus oscuros agujeros. Madre Tierra hace más ligero su sueño, lentamente despiertan y comen algo de paja. Papá Marmota camina tambaleante hacia el tapón de paja y tierra que obstruye la salida y con su nariz la empuja hacia afuera.  Al salir, se detiene cegado por la luz. Camina incierto y somnoliento por la pradera. En la sombra de los árboles todavía hay nieve. Sus hijitos lo siguen, al ver la nieve la confunden con pasto blanco y hunden resueltamente sus patitas. "¡Ugh, qué frío está esto! dicen lamiendo sus piececitos. Papá Marmota dice: "Hijitos, esto es nieve. El Invierno la ha dejado en nuestra montaña; pero pronto el sol la echará lejos de aquí con sus rayos. Pronto el sol hará salir la hierba y las flores y vosotros podréis jugar! . Las pequeñas marmotas sentadas sobre sus patitas traseras, parpadeaban en la luz del Sol.

Narraciones y leyendas. Editorial Antroposófica.